Última modificación: 19 Septiembre 2002
Publicado por David Lahoz
En los últimos meses la marca británica Superslot ha lanzado varios modelos de automóviles clásicos que se iniciaron con dos “pony car” el Ford Mustang y el Chevrolet Camaro, y que ahora se amplia con el Ford GT 40. Una característica sobresale en estos tres modelos, la calidad y el detalle en la reproducción de los mismos.
Nos encontramos ante un coche precioso, con un acabado y detalles que muy pocos modelos del mercado pueden igualar. Este modelo dispone de una pintura y una tampografía detallada impecable. Detalles como el tapón de combustible, el limpiaparabrisas, la rejilla del radiador delantero, las detalladas llantas con discos, los detalles de las ventanillas laterales, los escapes y el motor, los marcos de la ventanilla trasera cromada y con remaches o el interior de coche detallado lo ponen a la altura de modelos como el BMW M3 GTR de FLY. Reseñar asimismo que la carrocería esta compuesta por dos partes, la parte trasera es independiente, que se fijan al chasis con 6 tornillos. Puedes ver una selección de fotos del modelo aquí.
La pregunta que a uno le asalta ante esta reproducción de modelo estático es que comportamiento ofrecerá en la pista.
Mecánicamente el modelo dispone de el motor mabuchi de 14.000 revoluciones, con una transmisión tipo sidewinder con una relación 11/36, la guía con retorno y el imán situado en la parte central del coche frente al motor. El modelo dispone de un sistema de luces en la parte delantera. Los neumáticos disponen de un dibujo en forma de “ese” que complementa perfectamente el look clásico, las medidas de los mismos son 20×8 delante y 21×9 los traseros.
Tras comprobar que todo esta en su sitio engrasamos el modelo y nos dirigimos a la pista de Slotmanía para realizar la prueba dinámica utilizando un mando Parma Economy con una resistencia de 45 Ohm.
El coche con imán tiene un comportamiento impecable, gracias a la posición del imán permite en los giros más cerrado alguna pequeña derrapada que nos muestra los límites del coche de forma menos brusca y que hace más divertida su conducción. El motor y la relación montada nos permiten desarrollar una buena velocidad en recta. Después de unas vueltas marcamos por la pista 4 un tiempo de 8,795″.
Desmontamos el coche y sacamos el imán de su emplazamiento y engrasamos de nuevo el conjunto de transmisión.
Comenzamos a rodar por la misma con precaución, el bajo centro de gravedad hace que el paso por curva a velocidad media sea cómodo permitiendo controlar la salida de las mismas con ligeros derrapes.
Aumentamos la velocidad y detectamos algunos problemas. El primero, el coche vibra un poco a dar gas a fondo ocasionando de vez en cuando algunos rectos. El segundo, entrando rápido en curva el coche realiza ocasionalmente extraños sacando el coche del rail por la parte delantera del coche.
Inspeccionamos el coche, el eje trasero esta ligeramente torcido, quizás es parte de la explicación de las vibraciones del coche. Examinamos el tren delantero, apoya lo justo en pista y que dispone de un recorrido muy corto. Achacamos a los extraños en pista al reducido recorrido de la guía y al rígido sistema de auto centrado que monta, este problema tiene difícil solución. Teniendo en cuenta que los tubos de escape posterior se ajustan a la carrocería y que existe una lengüeta lateral que fija las dos partes de la carrocería al chasis la posibilidades de basculación del conjunto chasis carrocería son nulas, impidiendo reducir inercias. Finalizamos la prueba consiguiendo una mejor vuelta de 12,19″.
En conclusión, nos encontramos frente a un precioso modelo clásico que dispone de unas posibilidades dinámicas nada desdeñables con imán y que obligan a conducir con mucho tacto sin el. En nuestra experiencia podrá estar a la altura en competiciones de coches clásicos de serie. Esperamos que los modelos que tienen que salir al mercado en un futuro próximo, equipados con soluciones mecánicas “racing” mejoren el comportamiento del modelo actual.