Última modificación: 21 Julio 2002 |
Publicado por David Lahoz
Seguramente una de las novedades de más han llamado la atención de los aficionados los últimos meses es la anunciada aparición de los BMW M3 GTR de Ninco y Fly. En este artículo describiremos las impresiones de la primera toma de contacto con el modelo de la marca catalana NINCO.
A primera vista las expectativas a nivel estéticas se ven cumplidas por el modelo utilizado para la prueba, la versión de calle. El coche es precioso y lleno de detalles (escapes dobles laterales, base de arrastre frontal, rejillas de refrigeración del capó y del lateral o el tapón del depósito de gasolina). El modelo dispone de cristales tintados que dificultan la visión del interior detallado (con piloto de cuerpo entero). A destacar las preciosas llantas de 10 brazos dobles. Puestos a sacar alguna falta echamos a faltar un mayor detalle tanto en las ópticas delanteras como en las traseras (intermitentes y halógenos).
Una vez que conseguimos de dejar de admirar la magnífica estampa del modelo pasamos a abrir el coche para sacar el imán antes de realizar las primeras vueltas por la pista. El chasis viene fijado a la carrocería por dos tornillos, uno en la parte trasera del coche y el otro tras la base de la guía del coche. Además la sujeción viene reforzada por los radiadores frontales que se integran en el spoiler delantero, dos pequeñas defensas que se integran en la defensa trasera y el tubo de escape doble que se introduce en un hueco lateral de la carrocería. Esta sujeción extra no nos permite el juego de holguras del conjunto chasis carrocería que en la mayoría de los casos suele mejorar el comportamiento del coche en la pista tras aflojar un poco los tornillos de sujeción a menos que rebajemos o eliminemos los elementos mencionados . Una vez abierto nos encontramos con la gran novedad mecánica del modelo. La disposición en ángulo de 45º del motor (un NC2) en el ataque a la corona del tren trasero. Engrasamos el juego corona piñón y nos dirigimos a la pista.
El comportamiento del coche en las primeras vueltas a marcha tranquila nos transmite muy buenas sensaciones. El coche va muy fino, con un comportamiento muy noble tanto en curvas abiertas como cerradas. Observamos que en el momento de abrir gas a la salida de las curvas, si se realiza de forma brusca el empuje del motor hace rebotar ligeramente el morro, sin que en ningún caso fuerce al coche a realizar “rectos”.
Una vez empezamos a buscar los límites del coche, las buenas sensaciones iniciales se confirman. La entrada en curva es segura, el coche tiende a un leve derrape que nos permite pasar de forma cómoda los ángulos más cerrados y los tiempos que empiezan a caer son más que alentadores para tratarse de un coche de estricta serie.
Llegados a los límites del coche empezamos a detectar que el coche “levanta pata” ligeramente al entrar un poco pasado en curva. Esa tendencia es bien conocida de la mayoría de los vehículos de Ninco (por ejemplo de los Mercedes y Audi DTM) pero en este modelo esta tendencia es mucho menor y dado la nobleza del comportamiento del coche siempre sabemos donde se encuentran los límites del coche. Los tiempos finales que sacamos con regularidad del coche están a la altura de los conseguidos con nuestro Ferrari 355 Challenge de Prosolt (con motor Evo 2 y perfil bajo montados en el tren delantero), quedando muy por delante de los tiempos de modelos de la categoría DTM antes señalados (en los dos casos plomados para minimizar los rectos ocasionados por las “levantadas de pata” (ver cuadro final). En definitiva lo único que podemos decir es que lo consideramos una compra excelente tanto por el aspecto estético como por el comportamiento dinámico del coche. Creo que no tardaremos en ver organizadas carreras mono marcas de estos modelos que prometen ser de altísimo nivel y muy competidas.
Salu2