Última modificación: 13 febrero 2003
Artículo de Ferran Martinell
Al final me he decidido a montar mi circuito permanente en casa. En primer lugar lo primero que tenia que tener claro era las dimensiones de las que podía disponer, las cuales son 2’25 x 1’10 m..
A partir de ahí el siguiente paso fue diseñar el circuito. Con el programa track designer me lié e hice unos 5 o 6 esquemas y escogí el que más aprovechaba el sitio, lo cual me ha salido un circuito bastante ratonero.
El siguiente paso fue una vez montado el tablero, disponer las pistas sobre el mismo y dibujarlo con un lápiz sobre la madera. A partir de este esquema inicial empecé a ir pensando en los desniveles, para que el circuito no fuera plano, y se me ocurrió también, hacer una división en la recta (ósea desdoblarla) por lo cual corte las cuatro rectas por la mitad e hice dos desniveles. En este punto me encontré con un problema, que al hacer los desniveles de la recta, el circuito se descompensó y perdí unos trozos para que me coincidieran, lo solucione haciéndome yo los trozos que me faltaban.
Seguidamente le fui haciendo el armazón o esqueleto, con madera aglomerado la parte que iba a soportar las pistas, y encima con madera contra chapado de 2 o 3 mm. Cortándola a tiras fui dándole la forma de los desniveles y las fui clavando con la grapadora. Asimismo dispuse en el tablero unos agujeros para ir poniendo las líneas de mantenimiento así como para la alimentación de las luces de la antena y del interior del puente.
Una vez hecha la estructura, la cosa era ir poniendo la simulación de las montañas, lo hice con “papel rocoso” que en navidad lo encontré fácilmente, también se puede encontrar en las tiendas de animales. La técnica de colocación es muy sencilla, ir cortando trozos adecuados y arrugarlos lo mas posible, darle forma y con la grapadora lo iba cosiendo a la madera y a la pared.
Una vez puesto el papel que es la base de la decoración, empecé a montar las pistas por la parte de atrás, para poder trabajar mejor, de esta manera me podía subir encima del tablero. Una vez montadas las pistas, el espacio que quedaba entre la pista y el pie de la montaña, lo rellené con un corcho de 6 mm. Cortándolo a la medida, el corcho también lo pegaba con las grapas, ya que como encima le iba a poner tierra las grapas no se verían.
Con cola blanca diluida en un poco de agua fui pintando el corcho, y seguidamente echándole aserrín de corcho (en navidad hay mucho material de este tipo ,corcho de varios tonos, hierva etc.). una vez puesto el corcho y presionándolo con la mano lo deje secar, y con el aspirador sin cable fui aspirando el sobrante, el cual iba aprovechando. Seguidamente fui poniendo las vallas y también los “pilones” hechos de madera, cortados a trozos y pintados de gris.
Los árboles son naturales, un día me fui al monte y recogí los que me parecieron mas adecuados. Una vez en casa los corte a la medida y para que las hojas no se caigan, los laque con laca de aerosol, esto hace la función de cola y les realza el color.
Para completar el conjunto incorporé una antena realizada con varilla de plástico y en la punta un led de color rojo, también dibuje un toro Osborne en madera y lo recorte.